El líquido del sistema linfático ayuda a eliminar los desechos y las toxinas de los tejidos corporales. Algunas condiciones de salud pueden hacer que se acumule este líquido linfático. Los masajes de drenaje linfático pueden beneficiar a las personas con linfedema, fibromialgia incluso a personas que se encuentran recibiendo quimioterapia.

El sistema linfático contiene vasos y ganglios con linfa, una mezcla de proteínas, agua, productos de desecho y elementos del sistema inmunológico. Ubicados en todo el cuerpo, los ganglios linfáticos filtran todos estos desechos.

Durante un masaje de drenaje linfático, un masajista capacitado utiliza una serie de movimientos de deslizamiento, compresión, estiramiento y ventosas sobre el cuerpo del cliente. Los ligeros movimientos rítmicos, aplicados sin aceite de masaje, estimulan el sistema linfático sin comprimir los vasos, lo que permite que la linfa se mueva fácilmente a través de los tejidos y los ganglios linfáticos. Se sigue una secuencia específica en el cuerpo para que nada quede atrapado en ninguna parte, y se puedan eliminar las toxinas de mejor manera.

Recuerda que no debes recibir un masaje linfático si tienes insuficiencia cardíaca congestiva, coágulos de sangre, problemas renales, infecciones o problemas circulatorios. Si tienes alguna de estas condiciones médicas, debes hablar con un médico antes de probar un masaje linfático.

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