Una técnica milenaria, usada por muchos de nuestros antepasados son las piedras calientes, calentadas por el fuego, para aliviar los dolores musculares. En la práctica actual de la terapia de masaje, el masaje con piedras calientes es un masaje especial en el que el terapeuta utiliza piedras suaves y calientes colocándolas o frotándolas sobre el cuerpo. El calor de las piedras conduce a una relajación profunda y al calentamiento de los músculos tensos, lo que permite al terapeuta trabajar más profunda y rápidamente.

Durante un masaje con piedras calientes, se aplican las técnicas de un masaje regular. Sin embargo, el terapeuta también trabaja con piedras calientes que se colocan en partes específicas del cuerpo.

Las piedras son lisas y planas y generalmente están hechas con roca volcánica llamada basalto. Estas piedras se eligen porque retienen el calor.

Este tipo de masajes se pueden poner a lo largo de tu columna, estomago, el pecho, cara, palmas, pies y dedos de los pies. Ayuda a aumentar el flujo sanguíneo al área afectada. También puede reducir los espasmos musculares y aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento. El masaje puede estimular su sistema inmunológico.

El masaje con piedras calientes se ha asociado específicamente con el alivio de los síntomas en personas con una variedad de afecciones, como fibromialgia y otros trastornos autoinmunes.

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